Festival de Cine 4 + 1/I


Ora sí como dicen en el rancho, "éramos muchos y parió la abuela...". Además de la interesante cartelera comercial de noviembre, en este mes está programada la 52 Muestra Internacional de Cine, el Octavo Festival de Cine Judío -que termina hoy, de hecho- y, para rizar el rizo, el Festival de Cine 4 + 1 que, leo en la presentación, es una "novedosa iniciativa cinematográfica que se desarrollará simultáneamente en Bogotá, Buenos Aires, Ciudad de México, Madrid y São Paulo". El festival está conformado "por 12 cintas que concursan por el Premio a la Mejor Película dotado con 20 mil euros, que será otorgado por la suma de los votos del público asistente de cada país". La exhibición será, en México, en la Cineteca Nacional y la programación completa, con cintas y horarios, está aquí.
Así pues, hoy inicial el Festival 4 + 1 con cuatro películas, de las cuales ya tuve oportunidad de revisar Un Barrage contre le Pacifique (Francia-Bélgica-Cambodia, 2008), el más reciente largometraje del cineasta camboyano Rithy Panh, de quien hemos visto en México, en la 28 Muestra Internacional de Cine, La Gente del Arrozal (1994), en el 24 Foro de la Cineteca el documental S 21: La Máquina de la Muerte (2003) y, más recientemente, en un Festival de Festivales organizado por la Cineteca en el 2009, El Papel no Puede Envolver la Brasa (2007).
Un Barrage... es, por desgracia, una cinta extremadamente floja. Basada en una novela de Marguerite Duras ubicada en la Indochina de inicios de los años 30, la trama nos ubica entre los apuros y desfiguros de una indómita viuda francesa (Isabelle Huppert, nada menos), que lucha contra la venalidad de la burocracia colonial, el terco mar que invade sus arrozales y su propia enfermedad que la está llevando a la muerte.
La primera media hora, en el planteamiento de las dificiles condiciones en las que lucha Madame con sus dos hijos, el rudo aventurero Joseph (Gaspard Ulliel) y la bellísima adolescente Suzanne (Astrid Berger-Frisbey), la cinta sostiene el interés del respetable. Pero luego, la narración se estanca, da vueltas sobre sí misma y la puesta en imágenes de Panh, aunque impecablemente producida, se muestra carente de toda pasión. Parece que a él le da lo mismo lo que le sucede a sus personajes. Y si a él no le importa, ¿por qué tendría que interesarse uno?

Un Barrage contre le Pacifique se exhibe hoy en la Cineteca a las 12 horas.

Comentarios

Joel Meza dijo…
¿De dónde sacarán los franceses esas chamaquitas? Y peor aún: ¿dónde las escondieron el fin de semana que yo pasé (literalmente) por el Arco del Triunfo?
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No he visto ninguna de este bato. Qué ignorante soy, pero qué felicidad saberlo porque así puedo remediarlo. Aunque sea un poquito.
Guillermo dijo…
"Y peor aún: ¿dónde las escondieron el fin de semana que yo pasé (literalmente) por el Arco del Triunfo?"


Pos mi estimado... apenas hace unos meses me encontré un par de chamaquitas francesas, yo creo que ni de quince años cumplidos, contra las cuales la de la foto está fea... y fue nada menos que en la Glorieta del Metro Insurgentes. O sea que yo creo que lo estafaron en ese tour.

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